Cuando aprobar resulta rentable
Aprobar sin estudiar, el sueño de todo alumno perezoso, parece posible en Dinamarca gracias a una ley que otorga dinero a las universidades en función de los alumnos que superan un examen.
Una encuesta realizada en Dinamarca entre 500 profesores universitarios ha revelado que un tercio de los mismos aprueban a estudiantes que no tienen el nivel o los conocimientos necesarios para pasar la prueba. Dicen hacerlo presionados por los rectores de las universidades que priman los intereses económicos por encima del nivel educativo. Estos mismos docentes aseguran haber reducido el nivel de exigencia de sus asignaturas para que un mayor número de alumnos se presente y supere los exámenes.
La polémica ley se llama “taxameterordning” y fue establecida en 1993 como sistema de financiación de las universidades danesas que reciben dinero cada vez que un alumno supera un examen. La ley relacionaba directamente la calidad de la enseñanza con el número de licenciados, entendiendo esta cantidad como un índice de productividad al estilo empresarial. Pero lejos de derivar en un aumento cualitativo de la formación, ha llevado a que las instituciones intenten conseguir el mayor número posible de aprobados a cualquier precio, a costa del nivel de la enseñanza impartida y de la profesionalidad de los futuros médicos, ingenieros, farmacéuticos o periodistas que cada año salen de las aulas.
La encuesta, realizada por el periódico Jyllands Posten, destapa una realidad que ha minado la confianza en la calidad de la enseñanza universitaria en el país y que pone en entre dicho su sistema educativo.
Sin embargo, resulta paradójico que, tanto a pie de calle como a nivel empresarial, se tiene el convencimiento de que la educación danesa es muy superior a la que se puede recibir en cualquier otro país. Por ello, en muchos casos, se prefiere contratar a aquellos que ostentan títulos locales frente a la contratación de inmigrantes por muy abultado que resulte su currículum o muy prestigiosa que sea la universidad que firma sus licenciaturas. Es más, el instituto encargado de convalidar los títulos extranjeros tiene una tendencia patológica de calificar “a la baja”. Así es normal encontrarse con licenciaturas que son homologadas como bachelors o ingenieros, químicos o informáticos a los que no se reconoce su título por no tener esta o esa otra asignatura de idioma danés, como si se fuera menos arquitecto o biólogo en otros idiomas.
Y con todo este jaleo, viendo cómo las universidades reducen su nivel de exigencia y conceden aprobados a alumnos que objetivamente no han sido capaces de pasar su examen, con mi título universitario español en la mano, que tantas horas de estudio y tanto esfuerzo me dio obtener en una universidad dónde no regalan nada, un título que cuesta convalidar o al menos que sea reconocido como algo más que un trozo de papel de colores llamativos… hay un pensamiento que no deja de rondarme la cabeza: ¿Debería sacarme un título danés? Parece tan fácil…
Fuentes:
Dansk Erhverv forsvarer taxameterordning
Aamund om universiteter: Jeg er oprørt
Tankens fabrik
Ministeren står fast på taxameterordning
Uegnede studerende får lov at bestå
Por la primera vez de la historia de la escuela de periodismo de Århus no hay prácticas para todos los estudiantes. Gran número de ellos están obligados a ver pasar un semestre o dos de suspensión de los estudios. No obstante, la escuela admite el número habitual (50) de nuevos estudiantes para el curso que viene. Claro, porque si no, los profesores quedarían sin trabajo…